Los trabajadores de la planta de Cargill en Villa Gobernador Gálvez volvieron a encontrarse este jueves con la imposibilidad de ingresar a trabajar debido a que la firma instrumentó una vez más una paralización de las actividades.
A diferencia de la ocasión anterior, cuando el personal se encontró con un cartel manuscrito, esta vez un comunicado dejado en la portería, planteaba que “no están dadas las condiciones para operar de manera segura para las personas, procesos e instalaciones, como resultado de haberse reanudado los paros intemritentes”.
La determinación de los directivos de Cargill no solo alcanza la planta de molienda de Villa Gobernador Gálvez, también paraliza las operaciones del complejo ubicado en Bahía Blanca.
“El Ministerio de Trabajo realizó una inspección en una celda de la planta donde constataron soja ardiendo. Hecho que representa un importante riesgo, pero resulta que para la empresa el peligro lo constituimos nosotros que no hacemos más que reclamar por los 30 compañeros despedidos“, indicó Marcos Pozzi, delegado de los empleados de Cargill, luego de encontrarse con la imposibilidad de entrar a la planta.
El Sindicato de Aceiteros de Rosario es el que encabeza las protestas con paros rotativos, además de mantener un acampe frente a las instalaciones de la compañía en repudio de las cesantías.
En el comunicado, Cargill anunció que las tareas dentro del establecimiento estarán paralizadas hasta el 29 de abril inclusive, reanudándose las actividades a partir del día 30.