El ex canciller Héctor Timerman no pudo viajar a Estados Unidos. Este martes por la noche, cuando se encontraba en el aeropuerto de Ezeiza a punto de embarcar, le informaron que el Departamento de Estado de EEUU había decidido revocarle la visa necesaria para ingresar a ese país. Timerman se encuentra actualmente procesado y con prisión preventiva en el marco de la causa por el presunto encubrimiento del atentado a la AMIA a través de la firma del Memorándum con Irán. A raíz de su delicado estado de salud, el juez federal Sergio Torres -que subroga a Claudio Bonadio- lo había autorizado a salir del país para recibir tratamiento en Estados Unidos.
Timerman -que tiene prisión domiciliaria- llegó ayer por la tarde a Ezeiza para abordar el vuelo 954 de American Airlines que tiene previsto despegar a las 22.40 con destino a Nueva York. Según pudo saber Infobae, cuando se presentó ante el mostrador de la compañía aérea para hacer el check in, le notificaron que desde el Departamento de Estado de Estados Unidos se habían comunicado para informar que la visa del ex canciller había sido revocada.
Timerman tenía su pasaporte y su visa en regla. Y tenía todo listo para viajar a Estados Unidos. Pero en el mostrador de American Airlines se enteró de la decisión del gobierno de los Estados Unidos. En esa situación, Timerman hubiera podido subirse al avión, pero no hubiera podido ingresar a EE.UU.
En una misma resolución, el 7 de diciembre de 2017, Bonadio dictó el procesamiento con prisión preventiva de Cristina Elisabet Kirchner y pidió su desafuero al Senado de la Nación. También ordenó las detenciones del ex secretario de Legal y Técnica Carlos Zannini, el piquetero Luis D’Elía, el lobbista y militante islámico Jorge Alejandro “Yussuf” Khalil, el ex líder de Quebracho Fernando Esteche y Timerman.
Para el fiscal de la causa, Gerardo Pollicita, existió un plan criminal destinado a dar ayuda que permitiera dotar de impunidad a los acusados de nacionalidad iraní por el atentado a la sede de la AMIA. Todo esto en desmedro de los intereses de las víctimas y el esclarecimiento del ataque terrorista.
El accionar delictivo denunciado por el fallecido fiscal Alberto Nisman habría sido orquestado y puesto en funcionamiento por las altas autoridades del anterior gobierno. El medio elegido para concretar el plan fue el Memorando de Entendimiento con Irán que se firmó el 27 de enero de 2013 en Etiopía. Este instrumento iba a permitir por un lado, remover, suspender o morigerar las restricciones a la libertad que afectaban a los acusados, y por el otro, el acuerdo disponía la creación de la Comisión de la Verdad cuyo rol central iba a ser en realidad exculpar a los imputados iraníes introduciendo una nueva hipótesis acerca de cómo fue el atentado.
“Todo lo que me imputaron es falso de falsedad absoluta”, manifestó el ex canciller al defenderse de las acusaciones en su contra, y defendió la firma del memorándum al afirmar que era necesario porque como Argentina no puede juzgar en ausencia y, desde la época del Sha de Persia, Irán prohíbe la extradición de sus ciudadanos, eso constituía un impedimento para el avance de la causa por el atentado a la AMIA del 18 de julio de 1994, que dejó 85 muertos.
Bonadio autorizó a Timerman a salir de su domicilio para su tratamiento médico previa presentación de un “cronograma de visitas médicas programadas” y con la correspondiente autorización del juzgado. Pero rechazó su pedido de excarcelación al considerar “la seriedad del delito y la eventual severidad de la pena prevista” por los delitos por los que fue procesado.