Un poco más de 40 kilómetros separa a ambas ciudades. La tranquilidad, los precios y las actividades en familia, los motivos de la elección de muchos turistas argentinos.
Dos castillos (Piria y Pittamiglio). Aerosillas, siete cerros, el mítico Argentino Hotel y la feria artesanal en el Paseo La Pasiva. Recorrer la costa en barco, pasear a caballo, practicar trekking por las sierras o contemplarlas en bicicleta. De día y de noche se puede pescar. De tarde, un rico mate en la playa para olvidar el estrés laboral. La propuesta turística podría encontrarse en cualquier otro sitio del mundo. Lo sorprendente, en este caso, es que se ofrece en un espacio devenido en la antítesis de Punta del Este, ciudad que está a 40 minutos y en donde los espectáculos, el glamour y la alta gastronomía son parte de una rutina frenética.
En la Rambla de los Argentinos ocurre todo: la playa, los hoteles, los comercios y los restaurantes. Piriápolis, municipio que pertenece a Maldonado, abriga en esa extensa calle algo más que su principal fuente de ingreso. Allí está la respuesta. El porqué de los miles de turistas que la eligen para pasar allí sus vacaciones, contemplando que un poco más de 40 kilómetros los separan de otra gran atracción: Punta del Este.
Piriápolis posee una ubicación envidiable, para los locales y también para los visitantes. Es domingo, y en el cielo el sol aún intenta dar pelea. Son casi las 20, ya no quema, y una caravana de vehículos con patente uruguaya encara el regreso: “Los fines de semana llega mucha gente de Montevideo. La mayoría de los uruguayos que puede escaparse unos días y quiere relajarse viene aquí o alguna playa vecina”, confiesa Héctor, cuidacoches de la ciudad desde hace 35 años.
En Poseidón, un restaurante ubicado sobre la Rambla, una familia de argentinos le pide a Hernán, el mozo, que vaya marchando una porción de rabas. “Somos de Rosario. Siempre venimos a Uruguay y elegimos Piriápolis porque tiene precios accesibles. Salir a comer afuera y alquilar un departamento para los cuatro es un plan que podemos llevar adelante. Punta del Este es un poco más caro, y no tiene la tranquilidad que entrega este lugar, pero algunos días nos gusta ir para allá. Tiene un clima y un ambiente fantástico”, explican.
Allí radica el denominador común de los argentinos que eligen Piriápolis, una ciudad que -fuera de la temporada- no supera los 10 mil habitantes. “Es la primera vez que venimos. Llegamos el 1 de enero y nos vamos a quedar hasta el 15. Nos lo recomendaron para venir con la nena, ya que buscábamos algo parecido a lo que se encuentra en muchos lugares de la costa argentina, con un ambiente más familiar y actividades para realizar juntos”, dice Esteban, de Córdoba, quien viajó junto a Paula, su mujer, y su hija de 2 años.
“Lo que me llama la atención es que aquí no se ven brasileños. Están todos allá, en Punta del Este. Acá son más los uruguayos y los argentinos. ¿Si los argentinos se quedan solo aquí? No lo creo. Sé que muchos paran aquí y pasan el día allá”, agrega Héctor.
En algunos kioscos y comercios no se aceptan tarjetas, ni débito ni crédito, aunque sí pesos argentinos. “Priorizamos esta zona para los uruguayos, por eso los precios no están tan altos. Quizá los comercios chicos no manejan tarjetas por eso. La mayoría de la gente que viene a Piriápolis es de Uruguay”, asegura a Infobae Paola, dueña de un local de zapatos.
En ese momento, restaban solo 10 minutos para que sean las 18. En cualquier parador de La Mansa o de La Barra el escenario sería diferente. Las playas estarían repletas y la música sería una constante de fondo. Aquí, en cambio, solo dos ofrecen bebidas y comidas, con sillas y mesas de plástico. De fondo se observa un mar tranquilo, niños corriendo, adultos tomando sol y un silencio que invita a dormir la siesta.
Si de comparar precios se trata, Piriápolis también beneficia al bolsillo. En la Inmobiliaria que lleva el nombre de la ciudad, el alquiler de una casa para una familia tipo ronda los 120 dólares diarios. Si la búsqueda es para una pareja, la suma desciende a 70 u 80. En cuanto a hoteles, reservar 7 noches en el Argentino Hotel (4 estrellas), para dos personas, alcanza los USD 1.600. En Punta del Este, más allá de la baja disponibilidad que hay en la fecha, la misma reserva en un hotel de gran ubicación, con las mismas cualidades, supera los USD 2.600.
En cuanto a la gastronomía, las diferencias pueden estar levemente a favor de Piriápolis en los platos más tradicionales. Lo que respecta a mariscos y pescados es similar. En un parador top de La Mansa, comer una grande de muzzarella con dos porrones de cerveza puede costar USD 35. En Piriápolis, no alcanza los USD 20.
Pablo, junto a tres amigos, llegó desde Santa Fe en su vehículo para pasar año nuevo: “Elegimos esta ciudad desde hace tres años porque nos queda bárbaro para venir desde nuestra provincia. A nosotros Punta del Este nos encanta y solemos salir por allá. Pero durante el día preferimos estar tranquilos acá, aunque alguna que otra tarde solemos ir a La Barra. Creemos que se puede combinar lo mejor de ambos lugares: la tranquilidad de Piriápolis y el clima festivo de Punta”.