Rosalía Benítez encabezó ayer la marcha a la plaza A la Madre de Villa Gobernador Gálvez, donde mujeres de distintas organizaciones protestaron por la escuálida condena que recibió Mario “Cacho” Toledo. Rosalía sufrió seis balazos de su ex pareja el 22 de septiembre de 2012, sobrevivió tras quince días en coma, y el 23 de diciembre pasado sufrió otra afrenta, esta vez en Tribunales: su agresor, fue condenado a sólo diez años de prisión por los jueces Julio Kesuani, María Isabel Mas Varela y Eduardo Fertita. No tuvieron en cuenta el agravante de ensañamiento y alevosía que había pedido la fiscal Cristina Herrera para fundamentar una pena de 18 años. “Todas somos Rosalía, condena ejemplar para Cacho Toledo”.
A Rosalía la acompañaron las mujeres de la organización Amas de Casa de Villa Gobernador Gálvez, en la que ella misma milita. Y también familiares de otras víctimas de violencia de género, como Eva Domínguez, la cuñada de Vanesa Celma, que fue quemada por su pareja y falleció el 22 de noviembre de 2010, tras cuatro meses de agonía. El padre de Dayana Capaccio, asesinada en mayo de 2012 por su novio, también acompañó a Rosalía.
En la marcha, Rosalía ratificó que apelará la condena del Tribunal. “Espero que cuando llegue a la Cámara, le den 18 años”, dijo la mujer ante las cámaras de televisión que fueron a filmar la manifestación. La indignación que provocó el fallo conocido el martes pasado tiene una explicación certera. Toledo prometió matar a Rosalía y estuvo a punto de hacerlo. “Prometió y cumplió”, dijo la fiscal Herrera. Estuvo prófugo y, gracias a la empleada de un centro de salud que lo denunció, lleva dos años preso. Si se tienen en cuenta los días detenido sin condena, puede quedar libre en pocos años. Entonces, la vida de Rosalía volverá a correr peligro. “Rosalía tiene el mismo miedo que muchas mujeres que han sentado precedentes, porque saben que los agresores, la próxima vez, salen a matarlas”, expresó Eva Domínguez tras la movilización.