El Ministerio de Salud dio a conocer un estudio que muestra que la inversión para las personas con estas dolencias reduce significativamente el gasto público en salud.
La inversión del Estado en tratamientos para personas con afecciones auditivas reduce un 41 por ciento el gasto público para atender personas con pérdida total o parcial de la audición hasta los 65 años, destaca un estudio difundido hoy por el Ministerio de Salud.
El “Estudio multicéntrico de hipoacusia prelingual”, realizado por un equipo de economistas, sociólogos, médicos, pisocopedagogos y antropólogos, consideró los costos médicos, sociales y educativos y señaló que el gasto por no atender a una persona con esa afección suma 1.730.528 pesos, frente a 1.020.038 (41 por ciento menos) que cuesta brindarle un audífono, o 1.193.107 pesos (31 por ciento menos) si a ese dispositivo se agrega un implante coclear.
La investigación dirigida por el viceministro de Salud, Gabriel Yedlin, fue presentada durante el Encuentro Anual de Referentes del Programa Nacional de Detección Temprana de la Hipoacusia, celebrado recientemente en la sede de esa cartera.
“Toda la inversión que se hace en detección, equipamiento, capacitación de recursos humanos, audífonos y cirugía de implante coclear al país le cuesta mucho menos que no hacer nada. Además, después el niño se convertirá en un adulto sin las mismas posibilidades laborales y de aportes a la comunidad que los demás, por lo que es un tema no sólo de justicia social sino de eficiencia e inversión adecuada en los momentos adecuados”, puntualizó Yedlin.
Yedlin remarcó que “las tecnologías que restablecen la audición a los chicos que nacieron sordos están en el país desde hace muchísimos años”, aunque “la gran diferencia es que antes eran accesibles sólo para los que tenían dinero” y que los demás debían dar “vueltas viendo cómo conseguir que alguien les haga el favor de darles algo que en realidad es su derecho”.
“Lo que este programa generó por indicación de la presidenta (Cristina Fernández de Kirchner) es igualdad de oportunidades para todos”, subrayó.
La coordinadora del programa, Margarita Acosta, informó que desde su instrumentación se colocaron más de 100 implantes cocleares a 83 niños (algunos requieren de más de uno) y se entregaron 542 audífonos a 271 chicos y 50 equipos de potenciales evocados auditivos a hospitales.
El presupuesto nacional 2015, puesto a consideración del Congreso, contempla 19 millones de pesos para ese programa, adoptado luego de que la Presidenta dictara en 2011 el decreto reglamentario de la Ley de Hipoacusia (25.415), que dispuso que todos los niños deben ser evaluados, diagnosticados y tratados en el primer año de vida para disminuir la prevalencia de la discapacidad auditiva y posibilitar su integración al sistema escolar, indicó.
El decreto también incluyó la detección y el tratamiento de la hipoacusia infantil entre las prestaciones obligatorias de obras sociales y entidades de medicina prepaga.
“La salud es el resultado de la política, porque la inversión es una decisión política”, indicó Yedlin y afirmó que el desafío para el próximo año es “consolidar lo logrado y no retroceder”.
El estudio también contempló la educación con estimulación temprana y habilitación auditiva, educación inicial diferenciada y secundaria normal para personas atendidas en comparación con educación diferenciada en todos los niveles para aquellas que no recibieron tratamiento.
A ello se sumaron los costos laborales, que incluyeron pensión por discapacidad hasta los 18 años en el caso de personas con intervención (audífono y/o implante), comparado con la pensión por discapacidad hasta los 65 años para aquellas no fueron atendidas.
La hipoacusia, que implica la pérdida parcial o total de la audición, afecta en Argentina a entre 700 y 2.100 niños por año, por lo que su detección desde el primer mes de vida es de gran importancia para el desarrollo futuro de la persona y su inserción social y laboral.
El programa nacional fomenta el diagnóstico de la hipoacusia durante el primer año de vida y garantiza la entrega gratuita del primer par de audífonos e implantes cocleares a los niños con signos de disminución auditiva que no posean ningún tipo de cobertura social.