Independiente empató 1-1 con el Flamengo en el mismísimo Maracaná de Río de Janeiro y se alzó con la Copa Sudamericana por segunda vez en su historia. El elenco de Avellaneda mostró temple, garra y ratos de buen fútbol para controlar a un conjunto carioca que lució desorientado. El gol de los dirigidos por Ariel Holan fue anotado por el juvenil Ezequiel Barco, de penal. Es el título número 17 del club a nivel internacional. El triunfo permitió abrir un cupo más para el fútbol argentino en el torneo, que será ocupado por Rosario Central.
Así dice el himno: “De pierna fuerte y templada, guapos para una jornada…”. Y, también, como proclama la marcha: “Fuerza, garra y corazón, a la cancha con fervor”. La mística de Independiente está más viva que nunca. Ha vuelto el Rey de Copas. De a poquito para cerrar una consagración inolvidable. Y justa. Abran la vitrina, que entra una copa más: la Sudamericana.
De la mano de Ariel Holan, quien en un año entró en la galería de los técnicos más reconocidos por el hincha, Independiente dio la muestra de carácter que le faltaba y después de padecer, como todos los hinchas que lo acompañaron, una tremenda hostilidad, respondió en la cancha con personalidad, juego y coraje.
Empató 1 a 1 con Flamengo y logró su segundo Maracanazo hecho título, sin olvidar que en esa misma cancha le ganó al Santos de Pelé con tres goles en los últimos 15 minutos. Nada para discutir: la Copa, en muy buenas manos.
Intenso
El primer período tuvo los lógicos momentos por los que debe atravesar un equipo que se planta en Brasil: preocupación al comienzo y afianzamiento posterior.
Independiente le cedió la iniciativa a Flamengo que, sin ser un torbelllino, dominó el cuarto de hora inicial, lapso en el que dispuso de dos situaciones: en una Felipe Vizeu conectó mal un centro de Everton y luego Campaña le tapó un mano a mano al propio Everton.
De a poquito el Rojo fue tomando confianza en el Maracaná y, conforme entraba en desesperación el dueño de casa, empezó a tomar control del juego, llegando en una acción en la que Barco dejó a Meza en posición de gol aunque César le tapó el remate.
Pero como el fútbol es una caja de sorpresas, en el momento en que parecía tener todo bajo control, Independiente se encontró en desventaja con una pelota parada (su gran déficit en la Copa), por una falta inexistente de Amorebieta.
De la falta se hizo cargo Diego con envío frontal, Juan cabeceó hacia el costado izquierdo, por donde apareció Réver para meter al medio del área chica, donde Lucas Paquetá aprovechó una doble pifia de Domingo y Tagliafico para empujar a la red.
Encima de recibir un baldazo de agua fría, el equipo de Holan debió gastar un cambio en forma prematura por una molestia de Benítez (ingresó Albertengo). Cuando el Flamengo se aprestaba a manejar el partido con el resultado a favor que forzaba a un alargue, llegó un pase sensacional en cortada para Meza, quien cayó aparatosamente seguido por Réver.
Wilmar Roldán no lo dudó y marcó el penal. El VAR le dio la derecha al juez y Barco, que una semana atrás había estado en la misma situación ejecutando a la izquierda y convirtiendo, esta vez engañó a César colocándola junto al poste derecho.
En los últimos minutos de la etapa el Fla empujó con desorden sin poder sorprender a una bien plantada defensa visitante.
Electrizante
Como en la anterior, Independiente arrancó el complemento cediendo peligrosamente la iniciativa al Flamengo.
Tras un error de Amorebieta, Lucas Paquetá armó una gran jugada, ingresó al área y con una media vuelta obligó a Campaña a mostrarse firme. Lentamente el Rojo volvió a acomodarse y, con un equipo carioca totalmente jugado, encontró espacios para contragolpear.
En la más clara, Gigliotti robó el balón en el medio, avanzó hasta el área, se la picó al arquero y, cuando se metía, apareció Juan para sacarla por la línea de fondo.
Grandioso
El ida y vuelta fue tremendo. Con desorden, Flamengo se acercó metiendo muchas bolas aéreas mientras el Rojo metió contras en las que, por falta de serenidad, no pudo culminar exitosamente. Así, los últimos minutos fueron tensos, llenos de incertidumbre por el empuje desesperado del local. Pero Independiente resistió con la personalidad que le impuso su entrenador y concretó un Maracanazo más. Salud, Rey de Copas. Salud, campeón.
– Síntesis –
Flamengo: César; Pará, Réver, Juan y Miguel Trauco; Gustavo Cuéllar, Willian Arao, Lucas Paquetá, Diego y Everton; y Felipe Vizeu. DT: Reinaldo Rueda.
Independiente: Martín Campaña; Fabricio Bustos, Alan Franco, Fernando Amorebieta y Nicolás Tagliafico; Nicolás Domingo y Diego Rodríguez; Martín Benítez, Ezequiel Barco y Maximiliano Meza; y Emmanuel Gigliotti. DT: Ariel Holan.
Goles en el primer tiempo: 30m. Lucas Paquetá (F) y 39m. Barco (I), de tiro penal.
Cambio en el primer tiempo: 33m. Lucas Albertengo por Benítez (I).
Cambios en el segundo tiempo: 10m. Vinicius Junior por Trauco (F), 33m. Everton Ribeiro por Cuellar (F), 37m. Juan Sánchez Miño por Meza (I), 39m. Lincoln por Paquetá (F) y Gastón Silva por Bustos (I).
Amonestados: Vinicius Junior, Everton y Juan (F). Albertengo, Meza y Campaña (i).
Estadio: Maracaná.
Árbitro: Wilmar Roldán (Colombia).