Sindicalista amenazó a la intervención del SOMU: “Vamos a entrar por las...

Sindicalista amenazó a la intervención del SOMU: “Vamos a entrar por las buenos o por las malas”

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Como hiciera Omar “Caballo” Suárez en 1989 junto a un grupo de carapintadas, el sindicalista Orlando Alfaro de la lista 33 amenazó a la intervención judicial del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) con tomar el gremio “por las buenas o por las malas” sino lo dejan participar de las elecciones que se realizarán del 18 al 22 de diciembre en el sindicato.

“Esto no termina acá. Nosotros vamos a entrar por las buenas o por las malas. Me escuchaste, no. Nosotros estamos convocando a los compañeros, hacemos las presentaciones”, advirtió Alfaro durante una entrevista a la FM Desire de Puerto Deseado en Santa Cruz.

El interventor del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) Silvio Torres convocó a elecciones en el gremio que antes lideraba el detenido Omar “Caballo” Suárez para cumplir con la última epata de normalización de la entidad.

Torres definió en conjunto con el delegado normalizador, Alfredo Bertonasco, que los comicios en el SOMU se celebren del 18 al 22 de diciembre, con voto electrónico y listas de candidatos que incluyan mujeres. “Se llevarán adelante bajo el sistema de Boleta Única Electrónica y garantizará el cumplimiento del cupo femenino”, insistió Bertonasco.

La convocatoria no incluye por ahora la renovación de autoridades de la “Fundación Azul”, que todavía se encuentra intervenida por orden del juez federal Rodolfo Canicoba Corral. Esa ONG era la vía por donde supuestamente se canalizaba el manejo irregular de fondos gremiales durante la gestión de Suárez.

Cabe recordar que el SOMU está intervenido desde el 18 de febrero tras lo cual se realizó una auditoría que reveló irregularidades en el manejo de las cuentas del gremio que comandaba Omar “Caballo” Suárez. Entre esas irregularidades se detectaron compras con sobreprecios, utilización de fondos de los afiliados para el uso personal de algunos directivo, multiplicidad y superposición de tareas y cargos, y la “ausencia total” de procedimientos y contratos para la adquisición de servicios.

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