Una fábrica de cotillón creó un modelo de piñata con la figura del presidente mexicano. “Hay mucha inconformidad (por la violencia en el país), entonces hay que encontrar algo para desahogarse”, dijeron los ideólogos.
La piñata, con forma humana, está forrada con papel que simula un traje negro, una camisa blanca y la banda presidencial verde, blanca y roja, y la cabeza del personaje lleva un copete pronunciado.
La encargada de la empresa Piñatas Susy, Martha Aguilera, explicó que la idea se debe a que “hay mucha inconformidad (por la violencia en el país), entonces hay que encontrar algo para que la gente se desahogue”.
La “peñata” -palabra que obviamente conjuga el término piñata y el apellido del mandatario- se vende a un valor equivalente a 10 dólares en Monterrey, la capital del estado norteño Nuevo León.
Las piñatas, que se rellenan de frutas o golosinas y se cuelgan para romperlas con un palo o garrote, forman parte de la tradición mexicana para celebras las fiestas de fin de año, además de los cumpleaños.