La presidenta Cristina Fernández de Kirchner pidió a las automotrices que “no boicoteen” el plan Procreauto, que busca reactivar la industria, y que vendan los autos a quienes quieran comprarlos, además de instar al sector a desarrollar a las autopartistas nacionales.
“Procreauto es un instrumento para dinamizar el mercado interno. Si no se boicotea estamos en condiciones de acercarnos al mismo nivel de ventas del año pasado”, de medio millón de vehículos, porque “hay mucha gente quiere comprar su auto”, aseguró la jefa del Estado esta noche en el discurso central por el Día de la Industria en el predio de Tecnópolis.
Ante un auditorio compuesto por alrededor dee 3.000 empresarios, Cristina -en un discurso que se extendió por espacio de 50 minutos- insistió en la importancia de sostener el mercado interno, y tras reseñar los términos de la reunión que mantuvo días atrás con ejecutivos de las automotrices locales, reconoció que no todos los responsables de estas empresas tuvieron “similar comportamiento” en cuanto a los resultados del sector.
“Parece mentira que en una sociedad capitalista hay gente que quiere comprar autos y hay empresarios que no quieren vender”, alertó la Presidenta, tras lo cual instó a los empresarios a que “vendan los autos a quienes los quieran comprar”.
Tras considerar la escasa diversificación de las exportaciones de la cadena automotriz, con 86 por ciento de los envíos concentrados en Brasil, sostuvo la necesidad de “revisar las políticas de las casas matrices, que son las que determinan ese esquema exportador y que “nos quieren trasladar sus crisis”, afirmó.
Al respecto, enfatizó que la concentración de las ventas a Brasil determinó que la menor demanda de ese país impactara más negativamente en la performace de la industria en general.
“Si sacáramos la caída del complejo automotriz hoy la industria crecería 1,2 a 1,5 por ciento”, estimó y evaluó que la retracción del sector fue “tan brusca” que en su ponderación “arrastra a la totalidad de la industria”.
La mandataria, llamó entonces a los empresarios a “apuntalar a las autopartistas” porque son Pymes que “generan trabajo con altísimo valor agregado”.
Para ello, marcó la necesidad de revisar los acuerdos de cupos de integración de autopartes nacionales en la producción de vehículos y pidió a las automotrices que ayuden a que “el eslabón más débil de la cadena”, las pymes autopartistas, pactando contratos “más largos para que puedan tomar créditos y se pueda crear una industria nacional fuerte”.
“Una industria automotriz requiere autopartistas prácticamente pegadas a sus terminales” para que al menos en “un 40 o 50 por ciento” las unidades tengan autopartes locales, de manera de que la industria sea “más competitiva con autos más baratos”, explicó.
“Si así pasara, como ocurre en Estados Unidos, la gente cambiaría los autos con mayor frecuencia”, evaluó e insistió en “sostener fuertemente el mercado interno” ante el escenario de un mundo que “se está recalculando a la baja”.