“Con su muerte, de la Rúa perpetúa su impunidad”, opinó Celeste Lepratti

“Con su muerte, de la Rúa perpetúa su impunidad”, opinó Celeste Lepratti

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La concejala Celeste Lepratti

El 9 de julio, murió el principal responsable político de los gravísimos hechos de 2001 en nuestro país.

Fernando de la Rúa era el presidente argentino en ese diciembre donde alrededor de 40 personas murieron como consecuencia de la respuesta oficial (la única) a las diversas manifestaciones y reclamos de un pueblo que no daba más. Fueron asesinadas/os porque hubo órdenes con tal fin, las listas de personas heridas y detenidas irregularmente sigue siendo una deuda, fueron cientos y cientos.

Con su muerte, de la Rúa perpetúa su impunidad, la misma que se ocuparon de garantizarle hasta el 8 de julio de 2019 quienes administran #Justicia para lxs de arriba.

Recordemos que en vida fue sentado en el banquillo de los acusados y luego sobreseído por Bonadío. Pero sabemos que es culpable. Hoy abrieron el Congreso Nacional para rendirle honores, decretaron asueto por su fallecimiento, la bandera de Belgrano amaneció a media asta en muchos de los actos oficiales por este aniversario de la Independencia, inundaron las redes sociales saludos y palabras alusivas a “este gran hombre de las instituciones y la democracia”, cuánta hipocresía y cinismo.

Hoy más que nunca podemos comprender el dolor, la impotencia, la bronca de quienes, por décadas vienen peleando contra la desmemoria, la injusticia y por la verdad que libera, cada vez que muere un represor sin haber sido condenado por delitos de lesa humanidad. Pero por ello un represor, aunque muera, no se vuelve “ex” represor, de la misma forma quienes en entrados años de nuestra frágil democracia cometieron gravísimos hechos contra el pueblo no se vuelven “ex” responsables políticos de esos hechos. ¡Lo serán siempre!

Nuestra tarea con este nuevo sabor nauseabundo a impunidad será seguir fortaleciendo la #Memoria, siempre, como estos 17 años y medio, trabajando para que no se olvide ni el nombre de los que gatillaron y más aún el nombre de los de la Rúa, los Reutemann, los Álvarez… de aquellos que siguen impunes y reciclándose.

Nuestra tarea, más que nunca, será seguir buscando formas de encontrarnos para construir otros modos de relacionarnos. Porque se lo debemos a nuestrxs seres queridxs asesinadxs, como a quienes en silencio llevan la marca de esos días en sus espaldas y porque nosotrxs también lo merecemos.

Celeste Lepratti 

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