El chico de 12 años quiso agarrar el aparato cuando se estaba cargando y se detonó como una bomba.
Meng Jisu, de 12 años, perdió un dedo índice y el ojo derecho el 31 de enero pasado, cuando su celular le explotó en la mano mientras se cargaba en su casa de Guangxi, en el sur de China.
La familia del chico lo encontró inconsciente y cubierto de sangre. Tras una operación de cinco horas lograron salvarle la vida, pero igual perdió el índice derecho y un ojo, informó el sitio Daily Mail.
El incidente comenzó con el estruendo de la explosión del celular Hua Tang VT-V59 (de fabricación china). El celular había sido hederado de su madre y tenía apenas dos años de antigüedad.
De acuerdo con la familia del chico, Jisu intentó tomar su teléfono cuando se estaba cargando y explotó.
Los médicos sacaron pedazos de plástico de la cara de Jisu, y aseguraron que aún de haber tenido el índice del chico no podrían haberlo reimplantado en su mano porque los tejidos estaban muy dañados.
Los médicos aseguraron que así y todo, el 98 por ciento del cuerpo de Jisu volverá a funcionar con normalidad.
